¿Son seguros los suplementos dietéticos?
En 2013, Linda Wong, cirujana de trasplantes en Hawái, vio una cantidad inusual de casos en los que sus pacientes llegaban con insuficiencia hepática. Se quejaron de náuseas y mostraron signos de ictericia. Antes de que terminara el mes, ocho de los pacientes de Wong tuvieron resultados anormales en las pruebas hepáticas.
Al ver las similitudes, pero sin estar segura de la causa, Wong comenzó a investigar las vidas de los pacientes en busca de un factor común. Después de eliminar a los sospechosos habituales, el alcoholismo, el uso excesivo de Tylenol y la hepatitis, Wong lo encontró. Cada uno de los ocho pacientes había estado tomando el suplemento dietético OxyElite Pro.
OxyElite Pro había sido diseñado para ayudar a los consumidores a desarrollar músculos y quemar grasa, pero en cambio, estaba envenenando sus hígados. Wong llamó a los CDC y a la FDA, quienes confirmaron lo que había encontrado.
La FDA envió una advertencia a la empresa que fabricó OxyElite Pro, lo que provocó una retirada completa, algo poco común en productos como este. Investigaciones adicionales revelaron que OxyElite Pro había sido atribuido a 100 casos de hepatitis aguda o insuficiencia hepática durante el invierno. La mitad de esos casos requirieron hospitalización.
Desafortunadamente, un estudio reciente publicado por el New England Journal of Medicine muestra que se estima que cada año se realizan 23.000 visitas al hospital debido a los suplementos dietéticos. Según los informes, 2.000 de ellos son lo suficientemente graves como para justificar la hospitalización. Los investigadores llegaron a esta conclusión después de revisar registros hospitalarios de 10 años atrás en 63 instituciones diferentes.
La FDA hace poco regula el uso de suplementos dietéticos y estima que aproximadamente la mitad de la población estadounidense los toma actualmente de alguna forma. Los suplementos son una forma cada vez más popular de medicina alternativa y recaudan hasta 6 mil millones de dólares cada año.
Debido a que la FDA considera estos suplementos de la misma manera que considera los alimentos, los fabricantes pueden decirles a los consumidores lo que quieran, ya sea cierto o no, siempre que incluyan una lista de ingredientes. No están obligados a decir la verdad sobre lo que hacen o no hacen sus productos y tampoco están obligados a incluir advertencias sobre posibles efectos secundarios.
Wong todavía no está convencida de que el estudio del NEJM no esté “subestimando enormemente” el problema. Ella cree que, dado que el estudio sólo analizó a los pacientes ingresados a través de urgencias, podría haber un número aún mayor de personas afectadas que ingresaron directamente sin pasar por urgencias.